viernes, 24 de mayo de 2013

Evangelio del domingo 26 de mayo

La iglesia nos muestra,  con este pasaje colocado después de Pentecostés, que una vez venido el Espíritu Santo, debemos ser diferentes, tenemos que sentirnos diferentes y actuar de manera diferente. Ahora, nos dice la iglesia, con el Espíritu recibido, podemos hacer todo lo que nos manda Jesús: amar al enemigo, dar sin esperar, no juzgar, perdonar... Si Jesús caminaba junto a todos y con todos, pero con un estilo y una forma que lo diferenciaba... ¿no debemos hacer lo mismo?

Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,27-38):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman
a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»

El dibujo de Fano es: "Padre, Hijo y Espíritu se regalan a la tierra"



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