martes, 5 de marzo de 2013

Evangelio del domingo 10 de marzo

Este domingo Jesús nos muestra la auténtica cara de su Padre, de Dios; su esencia: el amor total, infinito, sin condiciones, aún habiendo sido despreciado y humillado. Dios sale a nuestro encuentro sólo con que demos el primer paso, el de volverse hacia Su Casa. Este mensaje es esperanzador, pero a la vez, nos compromete. Porque Jesús nos dirá que tenemos que hacer como Él, que si nos llamamos sus discípulos, sus hijos, tenemos que seguir su ejemplo; y ahí la cosa se complica. Porque como el hijo pródigo, echamos muchas veces a Dios de nuestra vida, y así, si no está cerca, no podemos escuchar lo que nos dice, cómo nos ama, sentir su calor y protección. Difícil seguir su ejemplo.
Jesús nos dice que si volvemos todo será como antes, incluso mejor: una fiesta. También nos dice que tengamos cuidado y no seamos envidiosos de nuestros hermanos, que no juzguemos a Dios. Él es el dueño de la vid y decide a quién acoge, cuándo y cómo. Sólo podemos admirarlo y alegrarnos por los demás. Nosotros debemos alegrarnos como buenos hermanos. En fin, una de las parábolas que mejor nos muestra cómo es Dios y cómo siempre nos está esperando.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (15, 1-3.11-32):

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.» 
Jesús les dijo esta parábola: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de la fortuna." El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano
, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer. Recapacitando entonces, se dijo: "Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros." Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando todavia estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus criados: "Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado." Y empezaron el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba. Éste le contestó: "Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud." Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Y él replicó a su padre: "Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mi nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado." El padre le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."»


Y Fano nos dice y explica:


Pediros disculpas pues aunque estamos en ciclo C,  he estado mandando los dibujos del ciclo A, que es el que estamos haciendo para esta cuaresma en mi parroquia (pues se puede hacer y lo hemos visto más conveniente para la iniciación y las catequesis). Así que el dibujo del evangelio de esta semana es una fusión del hijo pródigo y el ciego de nacimiento. Un mix  que he intentado dibujar para que sirva para cualquier de las dos lecturas.

Frase: "nos acoges con tu luz"



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