miércoles, 27 de febrero de 2013

Comentario al evangelio: Titina Suárez

Esta semana entra en el blog para compartir su visión del Evangelio, Titina Suárez. Titina es empleada de banca de 40 años, casada y con tres hijos. Siempre ha estado en su parroquia implicada como catequista y sobre todo en el coro y cantando en ParteDti donde despliega fantásticamente los dones que Dios le ha dado para propagar su mensaje a través de la música. Canta y compone también para la Fundación Santa María de la Victoria donde también sirve en su apostolado: campamentos, encuentros, congresos; cualquier momento saca de ella algo de su arte para Dios y los demás. Es una persona alegre, trabajadora, perfeccionista y su espiritualidad está ligada a la acción porque es muy activa, siempre está ideando algo para acercar un poco de Dios a los demás a través de teatros, musicales, canciones. Ella me recuerda una frase de Cortés: "Sólo los creativos se parecen a Dios".


Hay muchos teólogos y doctores de la Iglesia que han meditado y hablado sobre este precioso fragmento del Evangelio de Juan. Podríamos analizarlo desde la Historia, la rivalidad entre judíos y samaritanos, desde la actitud de los discípulos o de la samaritana…pero yo soy una enamorada de Jesús, así que voy a intentar ensalzar todas las verdades que sobre él y su mensaje se plasman en esta lectura.
El que se encuentra con Jesús ya no lo puede olvidar nunca, y estoy segura que no sólo la samaritana se hubiera quedado prendada.
“Todo un Dios hecho hombre”. Jesús se nos presenta en su faceta más humana, llega a una ciudad “fatigado”. Él también sufría,
lloraba, se cansaba, … todo un Dios hecho hombre exclusivamente por amor. Nuestra fe nada más con esto se tendría que hacer más fuerte.
“Presenta a un Dios Padre”. Jesús elige muy bien el sitio donde sentarse, junto al pozo de Jacob, en una ciudad de Samaria llamada Sicar. ¡No es casualidad! Él nos quiere enseña que todos somos hermanos y nos presenta a un Dios padre que no entiende de escalas sociales, de divisiones territoriales, de rencillas religiosas,… para él todos somos sus hijos y como tal así nos tenemos que comportar.
Valiente hasta sus últimas consecuencias”. Jesús, no importándole lo que le puedan decir, saltándose incluso las normas si fuera necesario, lleva a cabo el plan de su padre con una valentía inmensa y lo vuelve a demostrar en este pasaje.
Delicado y dicreto”. Jesús, aprovecha que sus discípulos han ido a comprar comida para hablar con la samaritana. Nadie tiene por qué saber la vida irregular que llevaba esa mujer, lo que le importa a Jesús es que al encontrarse, ella se hace pequeña, y él, al ver esa sencillez, la salva.
“Generosidad sin límites”. Él le pide a la samaritana un cambio en su vida, “dar de beber a un judío”, teniendo una recompensa muchísimo mayor, “un agua viva de la que jamás se tiene sed”. La vida eterna. “Pedid y se os dará”. “Yo soy el mesías, el cristo, el que te habla”.
Siempre maestro”. Jesús aprovecha cualquier ocasión para enseñar la doctrina de su padre. A la samaritana le habla del Espíritu Santo, cuando dice el “don de Dios” y le explica que para adorar a Dios no hace falta un templo o un monte, se adora en Espíritu y en Verdad, y cuando los samaritanos, guiados por la mujer, van es busca de Jesús, los pone de ejemplo ante sus discípulos como un pueblo que, pese al desprecio de los judíos, ya estaba dando sus frutos. De hecho, Samaria fue la primera ciudad después de Jerusalén en la que se formó una comunidad numerosa de cristianos.
Como dije al principio no sólo la samaritana se hubiera quedado prendada al encontrarse con Jesús, y yo deseo corresponderle como hizo ella con un corazón sencillo y sincero, soltando el “cántaro” rápido para salir y contarle a los demás sus palabras. 

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