sábado, 29 de diciembre de 2012

Evangelio del domingo 30 de diciembre

Este domingo celebramos la Sagrada Familia y la Iglesia elige este pasaje donde vemos a una familia "normal", con unos padres que se preocupan, con un niño que se extravía. Tiene Jesús doce años y ya tiene cierta independencia para andar de un lado a otro por la caravana en la que viajaban. Está dejando de ser un niño. Observamos que confían en él, que le han enseñado las escrituras... Hasta aquí más o menos normal para un niño judío. Pero todo deja de ser normal cuando ven que está en medio de los maestros, que los tiene sorprendidos por sus respuestas y saber, cuando les responde a sus padres extrañado de su miedo porque dice que está donde debía estar: en casa de su padre.
Todo esto deja de ser normal y seguramente sería una señal más para estos padres que sabían que su procedencia y su destino eran diferentes. Hacen su labor de padres pero sabiendo que Dios también hace la suya y que Jesús también va escogiendo un camino. ¡Qué difícil para estos padres sería educarlo dejando a Dios hacer su parte, confiando plenamente en Él!
Este es el modelo de familia que nos presenta la Iglesia: la que pone a Dios en medio de ella, que confía y soluciona los problemas desde Su Criterio.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,41-52)

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. 
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó: « ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

Y Fano nos da sus dibujos: "Jesús nace pobre entre los pobres"



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